Copservir, la cadena de droguerías más importante del país, en ese momento con más de 650 puntos de venta y 4.000 empleados, adoptó mi idea y empezamos juntos a crear la cultura de auto aprendizaje que hoy los distingue y los hace más competitivos. Copservir y su vicepresidente comercial y de tecnología Gabriel Ardila fueron quienes me catapultaron hacia todo el sector farmacéutico.
¿Tuve suerte?
Si, mucha. Pude sobrevivir 9 años, mi empresa no era tan mala para cerrarla pero no tenía trabajo suficiente, entonces trabajé y trabajé, sin descanso. Inventé una y otra aplicación que imaginaba podrían servir al cliente, pero las ventas no se daban. Un personaje poco grato en mi vida se deleitaba diciendo: “nunca vi a nadie más improductivo, trabaja hasta los domingos y de madrugada, pero no produce nada”.
Cuando la oportunidad se presentó, todo estaba preparado. Hoy el éxito y yo sonreímos juntos cada mañana.
0 comentarios:
Publicar un comentario